Me acuerdo cuando era chica, acompañaba a mi papá a hacer el reparto de vino. En la Ford F100, con la palanca de cambios saliendo del volante, y el asiento largo de cuero negro al frente. Tenia una separación de doble vidrio con la parte de atrás (la "capota"), lo que creaba una especie de cápsula antisonido que cuando viajabas ahi, te aislaba completamente del mundo. Una vez íbamos yendo para Santa Fe y Juli apoyó la nariz en el borde de la ventana de atrás. La camioneta saltó y le reventó la naricita, chorreando sangre en el vestido celeste.
Yo acompañaba a mi papá casi todos los viernes, por la tarde. Ya me conocía las calles del reparto, las casas de los clientes, sus caras, sus mañas. Me acuerdo de uno que me daba gelatina, sin que yo se lo pidiese. Era horrible y sabía a uvas.
Habia otro viejito, en una casita de mierda, que hacía sweaters de pelo de conejo. Maravillosos, suavecitos, con rombos de abuelo en la gama de los marrones.
Ahora lo pienso y no se me ocurre una imagen más triste.
Acompañar a mi viejo era una actividad fascinante. No hablábamos durante el trayecto, él manejaba,yo estaba encargada de tocar el timbre en las casas "esta es tu nena? que linda Ariel, que amorosa".
Yo tomo vino con soda desde que tengo memoria, y me acuerdo de mi primer embriagamiento profesional a la edad de cinco años. Me tomé todos los culitos de las copas de navidad, y después no podía llegar al sillón de la casa de mi tía.
Que horrible esa casa, por dios. Tenía galletitas en frascos y cajitas de metal. Galletitas de agua y caramelos media hora, pegoteados, viejos, con gusto a té. Olor a viejo, carpetitas de crochet, adornos de cerámica de patitos traídos de Austria y más mierdas por el estilo. Siempre me daban ganas de hacer caca en esa casa. Ahora lo entiendo.
A veces siento las peliculas en mi cabeza pasando sin control alguno, y tengo como miedo de morirme. Lo siento como ese momento previo al que imagino como la muerte: recordando cuadros, fragmentos aparentemente sin sentido pero grabados, quemados ahí, en el rollo eterno de la mente de uno.
Quemados.
Con olor a viejo.
lo que mata es la humedad
sábado, 13 de octubre de 2012
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Raíz
porqué ladran los perros?
a veces tengo la sensación, y me levanto de la cama (o me acuesto, si estoy parada) y hago algo, muevo algo: una pierna, un dedo, la cabeza. La sensación se apodera de mí y me tapo los oídos, como los nenes, fuerte y grito (de adentro para fuera) que no, que no, que nada de eso existe.
A veces la sensación viene de escuchar a otro hablar. Hay gente que habla y me dá ganas de cosas: mi amiga Fernanda me dá hambre cuando habla (hambre de chocolate, ó budín), mientras que él me dá ganas de fumar y tomar vino blanco.
Otras veces la sensación viene de sentirte respirar cerca.
Sentir que te aproximás despacito, creyéndome dormida -no hay nada más lindo que ese juego- y espiarte, ver como actuás, conmigo pero sin mí, pensándote solo. Despierto y te veo mirándome, cuidándome, pintándome con tus ojitos.
Fue ahí (creo) cuando sentí hoy, que de vos sale todo.
De vos sale la tierra, la vida, y todos los símbolos que la poesía puede usar para referirse a algo maravilloso.
De vos sale mi sensación, de vos salgo yo.
Sos el que tiene todos los colores, amor.
a veces tengo la sensación, y me levanto de la cama (o me acuesto, si estoy parada) y hago algo, muevo algo: una pierna, un dedo, la cabeza. La sensación se apodera de mí y me tapo los oídos, como los nenes, fuerte y grito (de adentro para fuera) que no, que no, que nada de eso existe.
A veces la sensación viene de escuchar a otro hablar. Hay gente que habla y me dá ganas de cosas: mi amiga Fernanda me dá hambre cuando habla (hambre de chocolate, ó budín), mientras que él me dá ganas de fumar y tomar vino blanco.
Otras veces la sensación viene de sentirte respirar cerca.
Sentir que te aproximás despacito, creyéndome dormida -no hay nada más lindo que ese juego- y espiarte, ver como actuás, conmigo pero sin mí, pensándote solo. Despierto y te veo mirándome, cuidándome, pintándome con tus ojitos.
Fue ahí (creo) cuando sentí hoy, que de vos sale todo.
De vos sale la tierra, la vida, y todos los símbolos que la poesía puede usar para referirse a algo maravilloso.
De vos sale mi sensación, de vos salgo yo.
Sos el que tiene todos los colores, amor.
jueves, 28 de junio de 2012
ensayo de un pedo de jueves
No me enoja lo que la gente dice, sino sus intenciones al hablar.
Al mencionar, al hacerte saber que quieren decir.
Anoche soñé con ella y a veces me pregunto qué pensaría de esto si estuviese viva.
Que estupidez de mi parte.
Seguramente diría que "estoy loca" pero se alegraría por dentro.
-siempre por dentro-
Estas cosas me hace recordar
estar envuelta en una frazada ahora, en el sillón
con un cuarto de vino blanco encima
amarillo. El vino blanco es amarillo.
Mañana me va a doler la cabeza y ya lo sé,
mientras busco un sitio donde apoyar el cigarrillo
sin que la ceniza caiga en el tapizado del sillón.
La vida. La vida y su comfort
y me leo y sueno tan cursi, tan cursi. Esos escritos baratos decadentes, de pibe
despeinado tratando de vender sus poesías en el tren.
Decadente.
Estoy tan feliz. Tan feliz que siento que ésto no me pasa a mí
sino a alguien más, que lo merece más
porque yo me siento mala en el fondo.
Amo al mundo, pero sé que soy mala
y vos
también.
Al mencionar, al hacerte saber que quieren decir.
Anoche soñé con ella y a veces me pregunto qué pensaría de esto si estuviese viva.
Que estupidez de mi parte.
Seguramente diría que "estoy loca" pero se alegraría por dentro.
-siempre por dentro-
Estas cosas me hace recordar
estar envuelta en una frazada ahora, en el sillón
con un cuarto de vino blanco encima
amarillo. El vino blanco es amarillo.
Mañana me va a doler la cabeza y ya lo sé,
mientras busco un sitio donde apoyar el cigarrillo
sin que la ceniza caiga en el tapizado del sillón.
La vida. La vida y su comfort
y me leo y sueno tan cursi, tan cursi. Esos escritos baratos decadentes, de pibe
despeinado tratando de vender sus poesías en el tren.
Decadente.
Estoy tan feliz. Tan feliz que siento que ésto no me pasa a mí
sino a alguien más, que lo merece más
porque yo me siento mala en el fondo.
Amo al mundo, pero sé que soy mala
y vos
también.
jueves, 7 de junio de 2012
surcos y pliegues
A veces siento que soy otra en mi propio cuerpo.
Me siento separada, como.....como si lo que estuviera viviendo, sintiendo, ocurriera sólo afuera -afuera-, una separación. De mi cuerpo, y eso que NO ES mi cuerpo.
Todo pasa en la carne? en los músculos, en la sangre?
que es ésto?
Lo que siento, lo siento? dónde?
Todo forma parte del accionar de un órgano? -sistema de órganos- somos éso. Un conjunto de rulemanes blandos, aceitados, precisos. Fractales.
La carrera por sentir. Irse, moverse, quedarse, comer, coger. Sentir.
Un organismo perfecto preparado ¿para qué?
Para ser un organismo perfecto. Nada más.
Cual es el fin? el fin del hombre es sí mismo. Bien.
Palabras, otra vez. Nuestros símbolos y conceptos producto de que nuestro cerebro está más plegado que el de una vaca, genial.
Política, religión, debates, peleas, revolución, poner el lavarropas, amar, ahorrar, comprarse una casa, un mueble, botas y un café en ese lugar que tanto te gusta. Todo en la misma categoría, inventáte otras, total...es lo mismo.
Sentir el sol, hoy, para mí es lo único que tiene sentido. Sentido, sentir, lo quiero sentir, adentro, oh si.
Adentro.
Otra vez la separación y lo que quiero es dar vuelta mi piel hacia afuera, desintegrarme, evaporarme y que así todo retome su forma original.
Porqué? no sé. A veces pasa que tengo ideas de mierda, debe ser que estoy feliz.
Me siento separada, como.....como si lo que estuviera viviendo, sintiendo, ocurriera sólo afuera -afuera-, una separación. De mi cuerpo, y eso que NO ES mi cuerpo.
Todo pasa en la carne? en los músculos, en la sangre?
que es ésto?
Lo que siento, lo siento? dónde?
Todo forma parte del accionar de un órgano? -sistema de órganos- somos éso. Un conjunto de rulemanes blandos, aceitados, precisos. Fractales.
La carrera por sentir. Irse, moverse, quedarse, comer, coger. Sentir.
Un organismo perfecto preparado ¿para qué?
Para ser un organismo perfecto. Nada más.
Cual es el fin? el fin del hombre es sí mismo. Bien.
Palabras, otra vez. Nuestros símbolos y conceptos producto de que nuestro cerebro está más plegado que el de una vaca, genial.
Política, religión, debates, peleas, revolución, poner el lavarropas, amar, ahorrar, comprarse una casa, un mueble, botas y un café en ese lugar que tanto te gusta. Todo en la misma categoría, inventáte otras, total...es lo mismo.
Sentir el sol, hoy, para mí es lo único que tiene sentido. Sentido, sentir, lo quiero sentir, adentro, oh si.
Adentro.
Otra vez la separación y lo que quiero es dar vuelta mi piel hacia afuera, desintegrarme, evaporarme y que así todo retome su forma original.
Porqué? no sé. A veces pasa que tengo ideas de mierda, debe ser que estoy feliz.
martes, 5 de junio de 2012
anoche
De noche, el campo quieto, los tres subidos al tanque de agua, de ésos, los grandes.
Cagados de frio, pero contentos. Después de tres escaleras con sus trescientos escalones, llegamos a la cima.
Te prendiste uno y nos quedamos ahi, mirando la noche densa, hablando de nada y de todo, quemando.
De pronto la sacudida. El horror.
El tipo salió de la nada y se me vino encima, yo luché como pude.......él cometió un error.
Trastabilló, en un movimiento torpe y sin sentido -eso te pasa por hijo de puta-. Cayó.
Vimos como se reventaba la cabeza en el cemento, vimos el momento previo, su cara de odio y desesperación.
Caía.
Caía como una hoja planeando despacito, como en cámara lenta -o quizás eramos nosotros, ese momento fue eterno.
De su cabeza ahora salía agua, mucha agua, chorreaba por todos lados.
Se había abierto en dos.
Te volteaste a verme, ella ya no estaba.
Tus ojos rojos de faso y miedo, entendiendo.
Lo corruptible del cuerpo, su desintegración.
A la mañana siguiente ya no había nada, sus huesos no estaban, solo el tanque de agua, sin agua.
Lleno de hormigas, de las grandes, de las rojas.
Cagados de frio, pero contentos. Después de tres escaleras con sus trescientos escalones, llegamos a la cima.
Te prendiste uno y nos quedamos ahi, mirando la noche densa, hablando de nada y de todo, quemando.
De pronto la sacudida. El horror.
El tipo salió de la nada y se me vino encima, yo luché como pude.......él cometió un error.
Trastabilló, en un movimiento torpe y sin sentido -eso te pasa por hijo de puta-. Cayó.
Vimos como se reventaba la cabeza en el cemento, vimos el momento previo, su cara de odio y desesperación.
Caía.
Caía como una hoja planeando despacito, como en cámara lenta -o quizás eramos nosotros, ese momento fue eterno.
De su cabeza ahora salía agua, mucha agua, chorreaba por todos lados.
Se había abierto en dos.
Te volteaste a verme, ella ya no estaba.
Tus ojos rojos de faso y miedo, entendiendo.
Lo corruptible del cuerpo, su desintegración.
A la mañana siguiente ya no había nada, sus huesos no estaban, solo el tanque de agua, sin agua.
Lleno de hormigas, de las grandes, de las rojas.
miércoles, 16 de mayo de 2012
existe
A veces siento esta densidad verbal en mi cabeza
que no me deja, no me deja hacer otra cosa que no sea, ésto. Escribir.
Tengo un amor que me compró un cepillo de dientes, tengo un amor al que nunca toqué y que planta plantas con mi nombre.
Hay un poco de humedad y me dan impresión las hormigas, cuando se trepan así, en malón, a las cosas y las cubren. Y parece como si el objeto tuviera movimiento, una piel de exoesqueletitos histéricos, lo están matando, con sus ácidos.
Hoy aprendí en biología que gracias a la corteza cerebral, tenemos lenguaje y cultura.
Yo no podía dejar de imaginarme monos vestidos de Gucci en un universo paralelo de distancias cortas y caminables.
Hoy ví un tacho de basura que chorreaba algo negro, ví manteca explotar en el microondas, ví hacerse la espumita en el café.
Ví el esmalte de mis uñas cuando le pega el sol, me olí el pelo, transpiré, me ensucié bastante, tosí un poco.
Hoy no me peleé con nadie y sonreí mucho, y cuando me bañé, se me puso roja la piel, un toque.
Hasta mañana Agustina.
que no me deja, no me deja hacer otra cosa que no sea, ésto. Escribir.
Tengo un amor que me compró un cepillo de dientes, tengo un amor al que nunca toqué y que planta plantas con mi nombre.
Hay un poco de humedad y me dan impresión las hormigas, cuando se trepan así, en malón, a las cosas y las cubren. Y parece como si el objeto tuviera movimiento, una piel de exoesqueletitos histéricos, lo están matando, con sus ácidos.
Hoy aprendí en biología que gracias a la corteza cerebral, tenemos lenguaje y cultura.
Yo no podía dejar de imaginarme monos vestidos de Gucci en un universo paralelo de distancias cortas y caminables.
Hoy ví un tacho de basura que chorreaba algo negro, ví manteca explotar en el microondas, ví hacerse la espumita en el café.
Ví el esmalte de mis uñas cuando le pega el sol, me olí el pelo, transpiré, me ensucié bastante, tosí un poco.
Hoy no me peleé con nadie y sonreí mucho, y cuando me bañé, se me puso roja la piel, un toque.
Hasta mañana Agustina.
miércoles, 7 de marzo de 2012
Me brota
Gracias cosmos, por la comprensión de todos los días y la calma que la acompaña.
Gracias por dejarme estar sola
Gracias por mis amigos.
Gracias por mi felicidad, mi café, mis fasos compartidos, mi despojo, el no ser de nadie, el ser mía nomás.
Gracias por mi bici, el cine y la música.
Gracias por mis manos y mis pies, por mis ojos y lo que ven todos los días.
Gracias por no dejar que me arrepienta, nunca.
Gracias por permitirme aprender, y errar, y aprender, y volver a errar, porque nunca uno se equivoca en realidad y nada es del todo malo (menos éso. No por favor).
Gracias por la gente que me entiende, por los accidentes con suerte, por no tener las patas flacas.
Dame más amor de ese, dame más más más más.
Gracias.
Gracias por dejarme estar sola
Gracias por mis amigos.
Gracias por mi felicidad, mi café, mis fasos compartidos, mi despojo, el no ser de nadie, el ser mía nomás.
Gracias por mi bici, el cine y la música.
Gracias por mis manos y mis pies, por mis ojos y lo que ven todos los días.
Gracias por no dejar que me arrepienta, nunca.
Gracias por permitirme aprender, y errar, y aprender, y volver a errar, porque nunca uno se equivoca en realidad y nada es del todo malo (menos éso. No por favor).
Gracias por la gente que me entiende, por los accidentes con suerte, por no tener las patas flacas.
Dame más amor de ese, dame más más más más.
Gracias.
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