Gracias cosmos, por la comprensión de todos los días y la calma que la acompaña.
Gracias por dejarme estar sola
Gracias por mis amigos.
Gracias por mi felicidad, mi café, mis fasos compartidos, mi despojo, el no ser de nadie, el ser mía nomás.
Gracias por mi bici, el cine y la música.
Gracias por mis manos y mis pies, por mis ojos y lo que ven todos los días.
Gracias por no dejar que me arrepienta, nunca.
Gracias por permitirme aprender, y errar, y aprender, y volver a errar, porque nunca uno se equivoca en realidad y nada es del todo malo (menos éso. No por favor).
Gracias por la gente que me entiende, por los accidentes con suerte, por no tener las patas flacas.
Dame más amor de ese, dame más más más más.
Gracias.
y los ejes de mi carreta NUNCA los voy a engrasar, y el quilombo va a ser grande, hoy y siempre. Con suerte.
ResponderEliminar(hay que mirar dentro de uno, para encontrarla a la huella).